Montar en bici no es solo montarse, salir y ya está. La bici lleva un mantenimiento que si somos constantes nos evitará daños mayores el día de mañana y además conseguiremos que nuestra bici nos acompañe por mucho tiempo.
Lo primero que tenemos que hacer quitar los botes, el bombín, la bolsita de debajo del sillín, el cuentakilómetros, etc...en general todo lo que no se pueda mojar.
Lo ideal seria que fueras a un lavado de coches y con la manguera a presión limpies la bici. No acerques mucho la manguera, a una distancia prudencial.
Hay que insistir en las zonas mas sucias. Limpia bien la cadena, los piñones, que todo quede bien limpio.
Cuando termines, sacúdela un poquito para que el exceso de agua se quite.
Una vez en casa, o donde suelas arreglar la bici, con un trapo seco, vete secando toda la bici.
No toques los discos de freno.
Limpia la cadena con un trapo.
Y ahora tenemos que engrasarla con un aceite especial para ello.
Busca la unión de la cadena, para que te sirva de referencia y con una mano mueves la cadena cogiendo el pedal y con la otra vas echando el lubricante por la cadena, en la mitad, hasta que llegues a la unión que te sirvió de inicio.
Dale unas pedaladas de mas.
Hay sitios de difícil acceso para ello puedes utilizar una jeringuilla y ayudarte así para echar el lubricante
En el desviador también
Monta el resto de elementos: bombin, bote, etc. y ya tienes lista tu bici para la siguiente salida.
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