El pasado domingo hicimos una nueva ruta para mí, por tierras sayaguesas.
Salimos hacia la carretera de Pereruela pero enseguida nos desviamos hacia Tardobispo para pasar por La Tuda y llegar hasta el cruce que nos llevaría hasta Fresno de Sayago, Sobradillo de Palomares y regresar de nuevo hacia Tardobispo, para llegar hasta casa.
En total unos 65 km, por carreteras con poco trafico, no demasiado llana pero con subidas razonables y asequibles.
El pasado domingo nos desplazamos hasta la localidad zamorana de Santovenia de Esla, para participar en la quedada de mtb organizada por el club Entrejaras. Nos dimos cita unos 100 participantes, quienes podiamos elegir hacer una ruta larga de 60 km o la ruta corta de 40 km, ésta última es por la que yo me decanté.
La primera parte del recorrido discurria literalmente entre arboles y jaras:
La verdad es que estaba muy bien señalizada, a pesar del aparente laberinto, en cuanto pasabas por una cinta, ya estabas viendo la siguiente. Bien es cierto que yo me perdí, pero por culpa mía.
Llegué a un cruce, que encima tenía unas vistas chulisimas y paré para hacer una foto. Cuando terminé, me encontré con dos direcciones: derecha o izquierda, como veis en la foto. Había cintas en ambos lados, y como a lo lejos vi a una chica que subia por el cortafuegos, pues no lo pensé más y tiré hacia la derecha. Error. Era por la izquierda. Luego en meta me enteré que a la organización les habían cambiado algunas cintas. La gente que se debe de aburrir y se dedica a incordiar y estropear el trabajo de los demás.
El caso es que por lo menos perdi 20 minutos, porque nos dimos cuenta y regresamso al cruce para continuar de nuevo por la ruta marcada.
Teníamos tres avituallamientos: dos de líquido y uno de solido y líquido, muy completos, la verdad. Personas de proteccion civil en los cruces con las carreteras y miembros del Club Entrejaras que también los veía a lo largo del recorrido.
Los últimos kilómetros se mi hicieron duros. Esa larga receta de camino ancho, con el viento en contra se me hizo eterna. Pero conseguí llegar a meta, y siendo además la primera chica, así que un punto mas para mi esfuerzo. Aqui con mi chorizo y mi copa junto a Daniel y Alberto.
Al llegar nos esperaba una parrillada de lo más completa y bebida. Entrega de premios y un sorteo con productos cedidos por los distintos patrocinadores.
Sin duda una cita que ya hemos anotado en el calendarios para próximas ediciones porque el trabajo ha sido excepcional y el ambiente fantástico, así que desde luego que no puedo por menos que dar la enhorabuena a todas las personas que hicieron posible que el domingo disfrutara de una jornada estupenda dedicada al mtb.
Y el video que grabé. Esta vez no he puesto musica que luego youtube me pide derechos de autor.
El pasado domingo me puse en contacto con Ángel, integrante del grupo Bikers Duri para hacer una ruta con ellos. Ya llevaba tiempo con ganas de salir con este estupendo grupo pero unos por otros, no coincidíamos.
Nos dimos cita en la ciudad deportiva donde acudieron: Joaquín, Jesús, Javier, y Ángel, claro. Como yo era la novata les pedí una ruta no demasiado dura, así que hablaron de ir hasta el viaducto de Martin Gil, para mi genial, porque no había ido nunca.
Fuimos hacia Valorio y luego tiramos hacia el pueblo de la Hiniesta, para coger un camino que nos llevaría hasta nuestro objetivo.
El ultimo tramo antes de llegar al viaducto es el mas bonito, porque a parte de que se ve el embalse, discurrimos por un camino estrecho rodeado de jaras, que en plena floración tiene que ser una chulada ver las flores y el olor tan característico.
Nos salieron algo mas de 50 km, sin ninguna complicación, endurecidos quizás ya hacia el final por el intenso calor que asolaba, pero que fue sofocado en seguida cuando llegamos a Valorio para disfrutar de unas buenas cañas con limón.
Una jornada magnifica, con un grupo estupendo y en el que me sentí una mas. Les daré la turra para poder acompañarles en otra ocasión.
Hasta la localidad salmantina de Lumbrales nos desplazamos el pasado día 24 de julio. Tocó madrugón porque el pueblo estaba lejos.
Esta vez nos quedábamos a comer porque con la inscripción entraba la comida e incluso podíamos darnos un baño en la piscina municipal.
Preparados en la plaza mayor para disfrutar de una jornada de mountain bike. Teníamos por delante 52 km de marcha.
A lo largo del recorrido había 3 avituallamientos. Los dos primeros muy completos, el ultimo no se, porque no paramos.
Fue una marcha distintas a las habituales porque había reagrupamientos, cosa que por una parte está bien pero por otra… Me refiero a que por ejemplo, en el primer avituallamiento, yo he llegado de las ultimas, como siempre, y hasta pasados al menos 20 minutos desde que yo he llegado no hemos continuado la marcha. Lo mismo en el segundo avituallamiento. El parar tanto rato a mi, personalmente, luego me pasa factura y mas cuando hace tantísimo calor, no podemos estar tanto tiempo expuestos a estas temperaturas. Los 10 últimos kilómetros a mi se me hicieron duros mismamente por eso, el exceso de calor y esas paradas, para mi gusto, tan largas.
Aquí en el segundo avituallamiento:
Tras salir de esta parada, y pasada una carretera, se dio un tramo de marcha libre, así que cada uno fue a su ritmo.
Al llegar nos fuimos a las piscinas donde nos esperaba una comida con el resto de participantes:
Otra jornada mas disfrutando de la bici y la compañía, conociendo gente y parajes nuevos.