El día de la ruta del Alfabike, estaba nublado y al ser tan pronto pues no me puse las gafas. Las llevaba atrás en el maillot para por si acaso. Con el aire y la velocidad me empezaron a lloran mucho los ojos, así que tuve que parar y ponérmelas. Veía fatal, así que cuando terminé la carrera se lo comenté a mi marido y decidimos comprarme unas que tuvieran distintos cristales, adecuados a las distintas tonalidades de luz que nos podemos encontrar cuando salgamos. Ya que por seguridad es un elemento imprescindible en nuestra equipación.
Hay que buscar unas gafas que protejan nuestros ojos de la radiación ultravioleta, de aire, insectos, polvo y piedrecitas que puedan saltar. Nos deben de cubrir muy bien los ojos y siempre debemos probárnoslas poniéndonos el casco.
Existen varias. Las fotocromáticas que ellas mismas se adaptan a la intensidad de la luz, también tenemos las polarizadas que evitan los reflejos.
Las que yo me he comprado tienen tres tipos de cristales. Es lo más económico, de momento son las que me van bien.
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